El Problemas de los Tres cuerpos es ese libro que te gustaría poder recomendar a todo el mundo pero sabes que no es para cualquiera. Si bien, debo decir sin miedo de expresar pura subjetividad que me pareció fascinante, no se lo sugeriría a nadie que no tenga relación o mínimo interés de vincularse con conceptos como mecánica orbital o teoría de cuerdas.

La novela toca muchos de los temas que desvelan a todo fan de ciencia ficción dura: vida extraterrestre, inteligencia artificial y física cuántica (ah, y videojuegos). Pero no se queda en meros tecnicismos aburridos, ya que la narración es digna de ser una película interactiva que te transporta, como si fuera una máquina del tiempo, a los distintos escenarios y personajes que rebalsan de un contexto social y político que les da una profundidad característica.

Me sorprendió positivamente el equilibrio entre la parte dura y blanda de la novela, porque sin ser emocionalmente muy explícita, logra transmitir muy efectivamente la sensibilidad de los protagonistas y sus motivaciones. Esto lleva a destacar que trata muchos temas morales y éticos no solo propios de la ciencia ficción sino también tópicos como ecología, relación naturaleza-tecnología y decisiones política.

Y como si fuera poco, tiene el carácter de una novela policial. Sabe generar a cada momento la intriga necesaria que se necesita para pasar de una página a otra y perderte en la historia, que guste o no, no deja indiferente.

No creo que pueda hacerle honor a lo que simboliza este libro en tan pocas y banales palabras. Pero, sin duda, la mejor forma de experimentarla es viviéndola en primera persona.